Entre gustos y colores
Los colores son parte de un efecto lumínico que transmiten energía vibratoria a los seres humanos, es por esto que provocan emociones y distintos sentimientos en las personas, esto se debe a ciertas propiedades que poseerán y la manera en la que un individuo va a reaccionar en respuesta a este estímulo.
El arte griego, al igual que su cultura, era fanático por la perfección es por esto que sus obras estaban pintadas con una extensa gama de colores al agua para obtener como resultado una perfecta pintura que cubrían desde un gran mural hasta una pequeña vasija. Actualmente no se conservan pinturas griegas, pero se puede apreciar sus características a través de la decoración de vasos de cerámica y mosaicos coloridos y variados que narrarían siempre una historia, haciendo énfasis en el dominio del volumen y la perspectiva. Alguno de los pintores más conocidos fueron Apeles, pintor “oficial” de Alejandro Magno, Soso de Pérgamo y Teón o Filóxeno de Eretria.
(Fuente: Grecia, entre el mito y la Historia. 8.500 años de civilización, pág. 270. Ediciones Xaitalis, Atenas, 2.001.)
En la obra anterior se ven representados los colores básicos de los mosaicos griegos, cada uno teniendo un significado distinto. El negro representa elegancia y poder, autoridad, fortaleza, también de cierta manera dolor y pena, pero al combinarlo con colores vivos como lo puede ser el rojo y anaranjado produce un efecto agresivo. El naranja es un color que transmite calor y como es el resultado de la mezcla del rojo con el amarillo muchos se refieren a este color como la unión de energía y felicidad. El blanco fue uno de los colores que más predominaron en la época, es un color que representa bondad, inocencia, luz y pureza. Fue muy utilizado por los griegos pues se dice que es el color de la perfección.
(Fuente: Grecia, entre el mito y la Historia. 8.500 años de civilización, pág. 10. Ediciones Xaitalis, Atenas, 2.001.)